Psicodelia y energía femenina

Martina Hoffman, con el mismo apellido del descubridor del LSD (Dr. Albert Hoffman), nos transporta con sus pinturas a un mundo verdaderamente psicodélico lleno de figuras de mujeres que interpretan todos nuestros arquetipos femeninos. Poco que decir, mucho que mirar.

Lysergic Summer Dream, 2006

"Este lo pinté en honor al cumpleaños Nº 100 del estimado Dr. Hoffman.  Quedó muy complacido cuando lo vio" 

Muse of Conscious Awakening, 2001

"Esta pintura estuvo en la colección del Dr. Hoffman, y le pusimos nombre juntos, en honor a su gran descubrimiento" 

Tree of Knowledge, 2008

The Cusp, 2000

Spirit Wind, 2007

Vea más en la fuente: Reality Sandwich

Visto en: VeoVerde

Tomar partido...

"En la lucha entre uno y el mundo, hay que estar de parte del mundo"

-- Franz Kafka

Fotografía de: julioms

Frase tomada de: wikiquote.org

Película: Melancholia (2011)

Nombre: Melancholia (Melancolía)
Año: 2011
Director: Lars Von Trier
Premios: Mejor actriz en festival de Cannes, Mejor pelicula en el European Film Awards, y otros 12 más.
Más Información >>> 

Al principio pareciera que Von Trier estuviera jugando con nosotros; Después de haber postulado todo el movimiento de Dogma, retornando la cinematografía al mínimo uso de efectos: películas sin banda sonora, cámara en mano, sin maquillaje, sin iluminación artificial, etc, ahora, comienza esta obra con una secuencia de escenas en la más alta definición a baja velocidad, con música orquestada rellenando la escena, donde aparenta contradecir todos los principios que pregonó.

Pero no es así, porque Von Trier nos habló de no usar los "efectismos" cinematográficos sin sentido, sino ponerlos al servicio del arte del cine, que es justamente lo que Melancholia logra a la perfección. Una historia humana sumida en medio de un proceso planetario que destruirá al planeta. ¿Cómo nos enfrentamos a ese temido final? ¿Qué haremos el día que llegue la hora? Preguntas interesantes para este apocalípticamente augurado 2012.

Grandes actuaciones, grandes personajes, gran película. Una lástima que por estos lados todavía ni siquiera se anuncie su estreno en el cine, ya que es un film que de todas formas vale la pena ver en la más grande de las pantallas.

Si quiere, vea el trailer:

Corto: Capicúa

Una especie de documental pero de 3 minutos y medio. Muy bueno, ha ganado algún premio por ahí, que parece importante, pero en realidad no sé cuales son los premios relevantes para un cortometraje.
Un corto que da para pensar. Está en español, pero tiene subtítulos en ingles que no se le pueden quitar.

Lista de música: Luzmila Carpio

¿Recuerdan el corto de la abuela grillo (ver)? La que canta es Luzmila Carpio, así de simple.
Disfruten:

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Tomado de: El Show de Juanelo

Impacto

"El que piensa que es tan pequeño en la sociedad que no puede tener impacto es que nunca ha dormido con un mosquito en una habitación"

-- José Esquinas.

En una muy interesante entrevista en Periodismo Humano.Com

Película: Enter The Void (2009)

Nombre: Enter The Void (Algo así como: Entrar al vació)
Año: 2009
Director: Gaspar Noe
Premios: Nominada a la Palma de Oro del festival de Cannes.
Más información >>>

Con solo pensar en Gaspar Noe uno se estremece. Después de películas como "Irreversible" o "Solo contra todos (Seul contre tous) uno lo piensa antes de someterse a una sesión de Noe, sobretodo si el film dura casi 3 horas, porque el director se adscribe a la corriente del realismo, donde no trabaja con la clásica identificación con el protagonista, como lo hacen la mayoría de las películas, sino que se trata de hacerte sufrir a ti (literalmente) las vivencias. Es por ello que Irreversible, a pesar de ser una obra maestra no es un película muy popular, porque básicamente uno sale con ganas de desenchufarse de ese (este) terrible mundo donde el tiempo lo destruye todo.

En esta nueva (ya no tanto) película que se encuentra temporalmente en cartelera en Chile, Gaspar Noe nos lleva a explorar una nueva frontera, ya que la película es una particular versión del "Libro Tibetano de los Muertos", donde una cámara que no se deja detener por ningún limite físico ni óptico nos llevara a un fluido paseo por Tokio en medio de una historia de desolación, de traumas, de amores viciados, pero sobretodo a encontrarnos en medio de la búsqueda de Gaspar Noe: La esencia humana y el sentido de la vida.

Una película muy recomendable, pero que hay que ver con un animo especial. Véala en el cine o en una pantalla con buena resolución, y por favor, con buen sonido.

Corto: El abidiestro

Un cortometraje español situado en medio de la guerra civil española, con una interesante mirada sobre la guerra. La obra ha ganado un montón de premios, pero más allá de eso vale la pena verlo. Duración: 15 minutos.

Contradicciones planetarias

Tomado de: Humor negro: Pobreza, de Amnistia Internacional de Catalunya 

El diente de león

Fotografía de Vvillamon
 http://www.flickr.com/photos/villamon/3487229452

Un hombre que se sentía orgullosísimo del césped de su jardín se encontró un buen día con que, en dicho césped, crecía una gran cantidad de "dientes de león". Y aunque trató de librarse de ellos por todos los medios, no pudo impedir que se convirtieran en una auténtica plaga.

Al fin, escribió al Ministerio de Agricultura, refiriendo todos los intentos que había hecho. Y concluía la carta preguntando:"¿Qué puedo hacer?".

Al poco tiempo, le llegó la respuesta:
— Le sugerimos que aprenda a amarlos.

Tomado de "Cuentos con luz propia"

Obstáculo

"Un gran obstáculo para la felicidad es la expectativa de una excesiva felicidad" 

-- Fontenelle

Tomado de: El Show de Juanelo

Película: Another Earth (2011)

No es que vaya a transformar este espacio en un blog de crítica de cine, pero me gustaría compartir algunas películas que he tenido oportunidad de ver últimamente y que me han gustado

Nombre: Another Earth / No sé como la traducirán, pero sería como "Otra tierra"
Año: 2011 
Director: Mike Cahill
Premios: Premio del Jurado, Sundance Film Festival
Más Info >>>

El genero de la película está definido como drama y ciencia ficción, lo que a muchas personas las alerta porque se imaginan naves espaciales y extraterrestres, pero Another Earth, primera película de ficción del director se destaca justamente por su drama humano. El contexto contiene elementos que pueden catalogarse de ciencia ficción, simplemente porque es un suceso que no ha ocurrido, pero no verás ni un solo extraterrestre ni naves espaciales durante la película.

¿Que harías si encuentran un planeta igual a la tierra? No solo superficialmente, sino que es igual, y donde es muy posible que haya alguien igual a ti. ¿Cómo te imaginas ese encuentro?.

Puedo decir que la historia te atrapa justamente porque plantea preguntas interesantes y logra identificarnos con personajes que lo están pasando mal y que no saben muy bien que hacer, que actúan con la torpeza natural del ser humano.

Muy recomendable. No daré enlaces de descarga, pero si no está en el cine de su ciudad puede buscarla en PirateBay y los subtítulos en argenteam.net.

Corto: La vida en trocitos

El corto: "La Maison en Petits Cubes", que viene ser algo como La Mansión en pequeños cubos, es un cortometraje de 12 minutos, de animación en 2D, muy sencillo: Sin diálogos, dibujos simples, pero cargadísimo de eso con que esta rellena la vida: Sentimientos.

Muy lindo, y con esto inauguro una gran lista de cortometrejas que iré recomendando. Pueden verlo aquí, pero también les recomiendo descargar varios cortometrajes y darse una tarde de cortos y conversación con amigos, para que vayan rellenando sus propios "pequeños cubos".



La Maison en Petits Cubes from istever on Vimeo.

Para lectores electronicos

Desde hace un par de semanas que tengo un Kindle, el lector de libros electronicos de Amazon, pero desde hace mucho que leo en dispositivos electrónicos, lo que es muy comodo a la hora de transportar varios libros. Si quieren saber mejor como hacerlo, pueden leer este artículo anterior: Leer en todas partes

Siempre hay problemas con los formatos de origen de algunos libros que uno puede descargar, ya que hay muchos formatos y no todos los lectores son compatibles con todos los formatos.

Por ello recomiendo la aplicacion: Calibre, que es un administrador de libros electronicos, gratuito, de codigo abierto, multiplataforma y multi idioma.

Es muy sencillo de usar y permite convertir casi desde cualquier formato (CBZ, CBR, CBC, CHM, DJVU, EPUB, FB2, HTML, HTMLZ, LIT, LRF, MOBI, ODT, PDF, PRC, PDB, PML, RB, RTF, SNB, TCR, TXT, TXTZ) . El único formato popular que no puede convertir (no sé por qué) es el de MS Word (.doc o .docx), por lo que en esos casos te recomiendo abrir el libro en MS Word primero y guardarlo como archivo de OpenOffice (.odt) y no tendrás ningún problema.

Enlace: Calibre

Predicciones para el 2012

El sistema

(presiona sobre la imagen para ver a tamaño completo)

Tomado de: "...y sin embargo, se mueve" el blog de Eneko (el dibujante)

Lo mejor de Enero del 2011

Ya ha comenzado un nuevo año, y como es habitual, una vez al mes en este blog, me dedico a mirar los años anteriores, que a estas alturas ya suman bastante: 2006, 2007, 2008, 2009, 2010 y 2011. Como siempre hay cosas que yo considero buenas y que quizás ya están quedando en el olvido, dejo con ustedes lo mejor de lo publicado en Enero del año pasado.

1 - Poema, Cuentos y Frases

• Puedes Juntar las manos - Uno de mis poemas favoritos de Oliverio Girondo.
• Aceptación - El cuento "Lo correcto y lo incorrecto" de la tradición budista zen
• Cambia, todo cambia - El cuento "La Última Cena de Da Vinci", muy bueno.
• Un metro cuadrado - El cuento "Las Buenas Inversiones" de Cortázar, relatado por el mismo.
• ¿Sirve saber? - Una frase mía sobre el acceso a la información.
• La Soledad - Una frase de Edna Krabappel, maestra en Los Simpsons, sobre la soledad.
• La razón - Una de Voltaire sobre el estar equivocado o tener la razón.
• Mirar el abismo - Una de Nietzsche sobre los monstruos.

2 - Humor

• Soy diferente - Un viñeta de Oleísmos.
• Palabras - Otra de Oleísmos

3 - Otras

• Me Gusta: Okuribito - La maravillosa música de la maravillosa película "Final de Partida"
• Reparar es mejor que reciclar - El manifiesto de la autoreparación.

4 - Lo mejor de años anteriores

• Lo mejor de Enero del 2010
• Lo mejor de Enero de 2007-2009

El diálogo

"El diálogo es un juego que tienen los comunistas. A mí no me interesa"

-- Augusto José Ramón Pinochet Ugarte

Tomado de: Wikiquote

Me Gusta: Chinoy

Tengo que reconocer, que aunque lo había escuchado un par de veces nunca me había dado el tiempo para escucharlo en profundidad, y la verdad, es que es muy bueno. A mi me gusta especialmente su canción Klara, del disco "Que salgan los dragones". Aquí, comparto con ustedes este disco completo, para que lo disfruten escuchándolo en línea:

 

Contradicciones...

Tomado de: JRMora

Corta la cuerda

El juego "Cut The Rope" es de esos que causan adicción en los Iphone y otros móviles. Ahora, gracias a Internet Explorer lo tenemos disponible en la web, en HTML5 para todo el mundo. Por el momento solo hay algunos niveles, pero irán aumentando.

Se puede jugar con cualquier navegador moderno.

Enlace: Cut The Rope

Visto en: Wwwhat's New

El hombre que volaba

Un cuento de Nathalie Moreno

3º Lugar V Concurso Cuentos “Cuéntate Algo” Biblioteca Viva 2011

Mauro andaba por la ciudad a toda velocidad en su bicicleta gris, vestido –era que no- todo de gris. Antes su madre y ahora su novia, no se cansaban de criticarle por el desdichado color de sus atuendos. A él lo traía sin cuidado la intolerancia a la tristeza de aquellas mujeres (de una de las cuales estaba pensando deshacerse seriamente. De la otra, aunque quisiera, no había cómo). Mauro cursaba el último año de su carrera, la que habría abandonado desde el primer día. Pero estaba la pensión de su padre en juego, las amenazas de la madre, los sermones del cura del colegio, el ejemplo de su hermano mayor, en fin, un tropel de gente que debía mantener a raya. Comparado con ellos, cualquier cosa era más fácil de soportar. Afortunadamente, quedaba menos de la tortura de memorizar contenidos para regurgitarlos frente al pelícano de turno. Apenas un semestre de seminario de título y la esperada práctica como diseñador que le permitiría llevarle a su madre el famoso “cartón”; aquel título profesional que con el correr de los años se había convertido en el salvoconducto de su libertad.


Era martes y Mauro estaba particularmente feliz. Le aceptaron sin problemas el proyecto de título y su profesor guía lo había recibido con café y un abrazo. Por si fuera poco, asistió a una reunión en una prestigiosa empresa para coordinar la implementación de un proyecto donde él podría hacer la práctica. La reunión había sido distendida y obtuvo la confirmación para participar en la ejecución de varias tareas. Cuando salió del edificio, se cruzó con Rainer, el cubano de dos metros que fue novio de su hermana, quien apenas lo miró. A Mauro le dio risa acordarse del primer y único intercambio con ese personaje por el que su hermana se derretía y que él, tratando de ser amistoso y quebrar el hielo instalado en el rostro de sus padres cuando fue presentado a la familia, lo había recibido con un “¡Ah, ¿Te llamas así por el gran Rainer María Rilke?” El mentado había mirado a Mauro como quien observa un pescado con orejas, luego de lo cual –y antes de darse la vuelta ofendido- sólo abrió la boca para decir “Yo no me llamo María”.

Todavía riéndose, Mauro fue hasta donde había amarrado su bicicleta y se sentó a fumar un cigarrillo. No fumaba mucho, pero había momentos como éstos en que le venía de maravilla. Sabía que el cigarrillo no ayudaba a pensar, pero a él sí. Miró la hora y se percató de que aún era temprano, por lo que alcanzaba a ir al terminal de buses a dejar la encomienda para su abuela (como todo un Caperucito, se rió). El paquete -que había armado con paciencia de monje tibetano- contenía un frasco de Nutella, esa crema de chocolate que su querida viejita disfrutaba como niña, pero que no encontraba en el escuálido almacén del pueblo donde vivía. Tres Esquinas, en rigor, no era un pueblo sino apenas y literalmente, tres esquinas. Dos caminos de tierra que se cruzan deberían formar cuatro esquinas pero, no me pregunten por qué, aquí había tres y Mauro en su adolescencia, había pasado tardes enteras intrigado por aquel misterio. Su incomprensible conducta de estarse parado mirando al infinito por horas, había desconcertado a cuanto campesino se le cruzaba (después de todo, ellos estaban habituados a convivir con lo absurdo). En el paquete que Mauro preparó, también había cuatro pares de calcetines de pura lana que sabia la harían feliz y que ella, aunque pudiera pagarlos, se negaba a comprar por considerarlos un lujo. Y lo mejor de todo, el mejor abrigo y alimento: un original libro comprado de segunda mano en el barrio de San Diego con el cual Mauro había sentido escalofríos, se había enternecido hasta la médula y se había reído a morir, curiosa combinación que sabía sería el deleite de su abuela. “La felicidad de los ogros”, esa rara novela que tenía todo lo que una buena historia necesita para ser irresistible: ternura, humor y espanto.

Mauro entregó la encomienda y satisfecha su alma, decidió que podría permitirse disfrutar de un almuerzo de verdad en alguno de los boliches del sector. Normalmente comía emparedados comprados en cualquier parte (prefería los de una peruana que se instalaba a un costado de su universidad), pero hoy tenía tiempo, y sobretodo ganas, de darse un gusto. Pidió una cazuela, que llegó hirviendo en paila de greda y rociada de cilantro fresco picado. El garzón le acercó un pocillo con pebre acompañado de tres pancitos amasados. Untó un trozo de pan en el pebre mientras los vapores de la cazuela y la fragancia del cilantro le bañaban el rostro. Qué poco se necesita para ser feliz, pensó. Acababa de terminar de comer cuando vio a lo lejos la silueta de Martina, una amiga de toda la vida de la cual estaba enamorado de toda la vida. Sonrió. Ojala se pudiera detener el tiempo, dijo en un murmullo para sí mismo y se levantó para hacerle señas.

El amor de su vida abrió los ojos inmensos así y apuró (estaba seguro) los pasos hacia él. Le sonrió (de eso no cabía duda y cualquier transeúnte podía corroborarlo) con ojos, boca y mejillas, incendiándosele la cara como si hasta antes de que él la llamara hubiera sido un globo desinflado que al oír su nombre (dicho por él quería creer, aunque no había forma de asegurarlo) se hubiera hinchado de alegría y se hubiera vuelto toda ella, pura alegría. Mauro quedó pasmado. No supo qué decir y, para cuando se le ocurrió, le preguntó cuatro veces cómo estaba. Le sudaron las manos, se le disparó el corazón. Al inclinarse para saludarla (Martina apenas le llegaba al pecho), volcó un vaso y las servilletas. Se sintió torpe, inadecuado, feo e indigno de ella. O sea -habría sentenciado su abuela de saberlo-, todo lo que siente cualquier cristiano verdaderamente enamorado. Martina, que cinco minutos antes escudriñaba el asfalto con el ceño fruncido como si buscara una joya perdida –cosa que de algún modo era cierta- ahora se reía hipando. Quince minutos transcurrieron así, brevísimos para ellos y eternos para el malhumorado garzón que barría los pedazos de vidrios entre los pies de la pareja que se reía estruendosamente vaya uno a saber de qué.

Es lo más lindo que he visto, pensó Mauro, cepillando con la mirada el pelo de Martina. Lo llevaba suelto –así lo había preferido siempre Mauro-, desordenado y tan largo, que en su delirante revoloteo, alcanzaba a hacerle cosquillas a él. Ella trataba de atrapar los mechones que bailaban excitados, pero sus manos eran tan pequeñas que resultaba inútil el intento. Sin pensarlo, Mauro alzó una de sus manos, enorme, casi del tamaño de la cabeza de ella y las serpientes rebeldes de la delicada medusa se doblegaron obedientes, dejándose atrapar. Martina aprovechó el gesto y en un rápido movimiento las sujetó con un elástico. Mauro se puso triste. Si fuera por él, habría impedido tan cruel atadura. Por un segundo se permitió soñar que llegaba el día en que liberaba ese cabello de todas sus amarras y gobernaba para siempre en esa magnífica cabellera.

Martina se quejó de su pelo. Me encantaría tenerlo como las mujeres orientales, dijo, liso y pesado como una cortina. Tu pelo es lo más lindo que he visto, se le escapó a Mauro. Y quedaron los dos como detenidos, como si no hubiera sido Mauro quien hablara, sino un tercero que les gritaba ¡Momia!, igual que cuando jugaban en el colegio y a más de la mitad de los compañeros les faltaba un diente. ¿Tenía algodón en los oídos? Claro que no. Pero entonces ¿Por qué Mauro no escuchaba nada? ¿Por qué el mundo, de un momento a otro, había decidido quedarse en silencio? Soñaba, claro que soñaba. Esto no es cierto, pensó Mauro. Esto no puede estar ocurriendo. La vida está allá, puedo verla fluyendo en el riel de al lado, de donde me corrí al tropezar con Martina. No cabe duda, ella me saca de mí. Siempre lo ha hecho.

Me tengo que ir, mintió Martina sin saber por qué. Habló su boca, no ella, traicionándola como tantas veces. Las palabras de Martina rompieron el hechizo de las momias. Si siguieran en el colegio, habrían sido salvados por ese comentario, pero ahora a los dos les dolió salvarse. Hubieran querido perder, seguir perdiendo, con tal de estar así, tan cerca, que compartían el aliento, y los ojos no se cansaban de beberse, los unos en los otros. Pero despertaron -¿o volvían a dormirse?- y se despidieron sin cruzar palabras, rozándose apenas las mejillas.

Mauro salió descompuesto del callejón donde habían quedado el restaurante y los vestigios de alegría que la aparición de Martina había coronado y al mismo tiempo, hecho desaparecer. Montó su bicicleta y comenzó a pedalear con furia como si huyera; como si fuera posible huir de los fantasmas; como si bastara encender una  lamparita en mitad de la noche para hacer desaparecer los pesados pasos que escuchaba prístinos subiendo por la escalera de su alma. Siguió pedaleando con energía. Luego se enderezó y quitó las manos del volante. Le encantaba esa sensación. Sus piernas obedientes y aplicadas, ejecutando una danza sincronizada y su cuerpo erguido oteando el horizonte. Sí, parecía un centauro. En su loca carrera trataba de aferrarse al mítico animal. Persiguiendo su imagen, pretendía apoderarse de su fuerza; de la fuerza que él tanto necesitaba en esta hora para deshacerse de los espectros y del sudor frío en la espalda que le pesaba como una mochila donde los cargara. Casi no había vehículos en la calle y la noche se dejó caer con caprichoso apuro. Mauro decidió tomar la ruta más larga hasta su casa. Cruzó por delante de la antigua cárcel y cuando casi estaba frente al bar La Piojera, lo vio.

Mauro no sabe por qué aquel viejo le inspiró ternura. Era un hombre pequeño, medio encorvado. Iba hablando solo y se reía cada cierto tiempo. Cada paso que daba lo hacía con cautela, como si buscara las piedras sobresalientes para cruzar el riachuelo que había en el campo de su padre allá en Tres Esquinas. Elevaba un pie y lo dejaba detenido en el aire, tratando de encontrar el mejor apoyo, pero tanta meditación lo desestabilizaba y terminaba cayendo bruscamente. El borracho miraba desconcertado, como un niño que aprende a caminar y no entiende por qué se viene abajo. Con gran esfuerzo logró sentarse. Se palpó los pantalones húmedos de su propia orina. Su mamá lo iba a regañar por andar de nuevo jugando en el río. Para ahorrarse el castigo que le seguiría, Fulgencio decidió quitarse los pantalones para ponerlos a secar a la orilla, encimita de esa roca de forma tan rara, parecida a un grifo.

Mauro se rió del hombre que tambaleando, trataba de bajarse los pantalones. Disminuyó el ritmo de sus pedaleos para mirarlo mejor. Después de todo, resultaba una buena distracción. Repentinamente, como si lo hubieran llamado por su nombre, Fulgencio se enderezó y se quedó contemplando a Mauro que del otro lado de la calle y de brazos cruzados, se desplazaba como flotando. La nube que habitaba en las pupilas del anciano no le permitió ver la bicicleta sobre la que iba Mauro. Sólo veía a un hombre que era todo lo que él había deseado en la vida: un hombre que volaba. El borracho empezó a aplaudir y a reírse apuntando a Mauro. ¡Está volando, está volando! Gritaba como si quisiera que el mundo despertara y viera lo que sus cenicientos ojos celebraban: un hombre cruzando la avenida moviendo las piernas en el aire. ¡Yo también sé volar! ¡Yo también sé volar! decía, mientras daba tumbos y aleteaba torpemente. A Mauro el terror le erizó la piel. Aguantó la respiración, sobrecogido frente a ese anciano con los pantalones abajo que dejaba las consumidas piernas a la vista; piernas macilentas, violáceas, de huesos chuecos que revelaban ser los precarios sobrevivientes de una cruel enfermedad (Mauro no se equivocaba: Fulgencio había padecido la temprana dentellada de la poliomielitis; hiena cruel que Fulgencio, aun a sus avanzados años, todavía escuchaba reírse cada cierto tiempo). Sin pretenderlo, ese viejo que agitaba sus brazos de arriba a abajo, cayéndose y volviéndose a parar, fracturaba a Mauro en lo más profundo de su ser. El doloroso destello le pareció una mano que con violencia volvía de revés la realidad y dejaba en carne viva las heridas de ese tejido; las huellas donde los puntos perdidos habían sido enmascarados con una costura. Ese anciano era una costura. Ese anciano borracho intentando volar era la encarnación de un grosero zurcido; la burda sutura de una vida que no había sido. A Fulgencio se le desgarraba la garganta a cada grito y no cejaba en el absurdo afán de remontar vuelo. Para cuando logró pararse de la enésima caída, se iluminó. “No se me puede ir, no se me puede ir” empezó a decir una y otra vez para animar su cuerpo que comenzaba a flaquear y emprender una carrera para abrazar a Mauro que no creyó lo que veía: un borracho descontrolado que de brazos abiertos, se abalanzaba sobre él.

El choque sonó como el de un huevo contra el piso. Mauro, salvo una leve magulladura, salió ileso. El anciano, cascarita frágil, sangraba profusamente. Temblando de pies a cabeza, Mauro se acercó. Imbécil, imbécil, le gritaba al borracho agarrándolo de la solapa. El anciano abrió los ojos con las sacudidas y sonrió. Yo lo vi volar, murmuraba incansable la lengua torpe que trataba de abrirse camino entre borbotones de sangre. Mauro, intentó levantarlo, mientras Fulgencio luchaba con ese río que amenazaba con llevárselo. Pero fue inútil. Más que hombre, Fulgencio parecía una gaviota herida que hubiera perdido su mar y agonizara empantanada. “Después de la Carmencita, usté es lo más lindo que he visto”, fue lo último que alcanzó a entender Mauro antes que la voz se ahogara, arrastrada por la corriente.

Dos días más tarde, la abuela de Mauro recibió el aviso de que le había llegado una encomienda. Se arregló como si fuera su cumpleaños y canturreando salió de su casa. Caminó un buen trecho a paso vigoroso, ansiosa de alcanzar cuanto antes la vía principal donde pasaba la micro que la llevaría hasta Chillán. Al llegar a la ciudad aun no se apagaban sus jadeos, pero no le importó. Pasó al terminal de buses y retiró el paquete que le había enviado su nieto. Con el regalo bajo el brazo, fue al mercado. Compró aceite, harina de avellanas, La Discusión – periódico local- y El Mercurio de Santiago, el que en realidad no leía: sólo paseaba los ojos por las fotografías como frente a un álbum de laminitas, pues mirando lo que su nieto miraría, sentía que lo tenía más cerca. Entonces vio la noticia.

El que le tiraba las trenzas si se descuidaba, el que le dejaba en su banco de la escuela medio pan con chicharrones, el que se peleaba por ella hasta que invariablemente terminaban rompiéndole la cara, el que nunca se atrevió a hablarle, el que en los recreos jugaba solo, emprendiendo carreras bizarras mientras agitaba los brazos queriendo volar (¿por qué Dios no lo había hecho pájaro?), el que día por medio llegaba con los pantalones mojados y se burlaban de él diciéndole que se había orinado, ese a quien el frío había vuelto viejo a los nueve años, dejándole costras en las mejillas y manos ajadas que a veces sangraban, el que después de la muerte del padre nunca más volvió a la escuela y lo veía a lo lejos acarrear ovejas, el que sólo una sola vez había visto llorar cuando la profesora le puso un siete en su cuaderno y les dijo a todos que deberían ser como él, y él se desplomó como chincolito, herido por aquella caricia intolerable en su cuerpo acostumbrado a los golpes. Ese Fulgencio Rivas Rivas había muerto tirado en la calle.

Tomado del blog de Nathalie: Cuentos de Nathalie

Sinceridad

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Tomado de: El Show de Juanelo

Racismo

El racismo es inculcado desde la primera infancia.
Este video-experimento lo muestra evidentemente.
Odio, desconfianza, prejuicios, alteración de la autoimagen y mucho más:

Que el taxista no le robe

Debo confesarlo, no es políticamente correcto, pero odio a los taxistas. Todos tienen adulterado el taxímetro, y se aprovechan del menor descuido. Lo he comprobado, si en un viaje te vas mirando fijamente el taxímetro o incluso si apuntas el celular y haces como que estás grabando, la tarifa sale alrededor de un 30% más barata que si vas mirando hacia otro lado o conversas distraidamente.

Por eso prefiero caminar, la bicicleta y por último el transantiago.

Para todos aquellos que deben tomar taxi y no desean ser robados, existe la página: www.taximetro.cl que nos indica cuánto es el cobro aproximado que debe hacernos un taxi en una ruta.

Además, tienen un usuario en twitter: @taxicl donde con solo enviar un "reply" en el formato dirección 1 / dirección 2, te devolverán un mensaje con el costo aproximado del taxi.

Muy util.

Enlace:
www.Taximetro.cl

Menos cosas, más feliz

Reiteradamente he publicado frases, videos y otros elementos destinados a compartir una forma de vida: Podemos vivir mucho mejor con mucho menos. De hecho, hace alrededor de un año, regale o vendí casi todas mis cosas e incluso decidí vivir un tiempo sin casa.

Esta charla del T.E.D. explica la idea muy bien, en tan solo 6 minutos.

Igualito a ti

(presionar sobre la imagen para ver a tamaño completo) 

Tomado de: Oleísmos

"Y yo pregunto a los economistas políticos, a los moralistas, si han calculado el número de personas que es necesario condenar a la misera, al trabajo desproporcionado, a la desmoralización, a la infancia, a la ignorancia, a la desgracia invencible, a la penuria absoluta, para producir un solo rico."

-- Almeida Garrett (1799-1854)

Tomado del libro "El cuaderno", de Saramago

Las mejores informaciones del 2011

Y para finalizar el conteo de "lo mejor del 2011":

Las mejores informaciones publicadas durante el 2011
Según mi criterio

Y el agua y la intención, Publicado el 6 de Diciembre

Análisis sobre la "demostración científica" de las teorías de Masaru Emoto y el agua.


Oración Gestática, publicado el 5 de Diciembre

Yo soy yo, tú eres tú... de Fritz Perls.

PyR: El árbol de navidad, publicado el 4 de Diciembre

Preguntas y respuestas sobre el origen del árbol de navidad y su uso moderno.


Soñemos juntos, publicado el 26 de Noviembre

Extraño proyecto de compartir sueños conscientes en tiempo real por la red.


Cómo encontrar el trabajo ideal, publicado el 19 de Noviembre

Reflexiones respecto a la búsqueda de ese "lugar" de plenitud.


¿Cuánto matan?, publicado el 10 de Noviembre

Gráfico de las estadísticas mundiales de Nº de asesinatos por cada 100.000 personas.


Poca agua en Santiago..., publicado el 5 de Octubre

Cálculos alarmantes sobre el agua en la capital de Chile.


La huella del agua, publicado el 6 de Julio

Tabla con medidas de nuestra huella de agua, según los productos que consumimos.


La hectárea global, publicado el 31 de Mayo

¿Cuánto podríamos consumir cada uno si todos en el planeta pudiéramos consumir lo mismo?


Armario minimalista, publicado el 23 de Mayo

Instrucciones de como poder tener un armario minimalista.


Aprender a tener buena suerte, publicado el 7 de Mayo

Simples consejos para mejorar tu suerte, y los resultados de un estudio al respecto.


El derecho a la pereza, publicado el 1 de Mayo

Reflexiones de Paul Lafargue sobre nuestro derecho a la pereza.


¿Dónde reciclar?, publicado el 1 de Abril

Información sobre cuales son los lugares para reciclar en Chile.


Reparar es mejor que reciclar, publicado el 16 de Enero

El manifiesto de la Autoreparación.


Medidas inteligentes, publicado el 2 de Enero

La ley italiana que prohíbe el uso de bolsas plásticas.

Los Mejores Videos del 2011 - Parte II

Y entonces, la continuación de:

Los mejores videos publicados en el blog durante el año 2011

Según mi criterio

Te juro que si te das el tiempo para ver todos estos videos (si no los has visto) te cambiará la percepción del mundo.

En transición 1.0 - Publicado el 23 de Agosto


In Transition 1.0 - From oil dependence to local resilience (sub español) from El Tránsito Necesario on Vimeo.


Hay cosas que no puedes hacer - Publicado el 16 de Agosto




El hábito no hace al monje ¿o si? - Publicado el 8 de Agosto




La vieja y las palomas - Publicado el 4 de Agosto




La vieille dame et les pigeons por XLanig


Transición a un mundo sin petroleo - Publicado el 12 de Julio




El fascinante proceso de formación de nuestras caras - Publicado el 4 de Junio




La paradoja de las elecciones - Publicado el 21 de Mayo




Las plantas nos controlan - Publicado el 18 de Febrero




Democratización de la intimidad - Publicado el 22 de Enero




El sanwich de 4 millones de pesos - "historia del agua embotellada" - Publicado el 4 de Enero

Los Mejores Videos del 2011 - Parte I

Cómo no terminé con lo mejor del 2011 en el 2011, continuamos ahora:

Los mejores videos publicados en el blog durante el 2011

Según mi criterio

Aquí tienen como para una hora y media de entretención.

Matar al intermediario - Publicado el 14 de Diciembre


Enlace: A la charla en la página del TEDx RíodelaPlata

El circo de la mariposa - Publicado el 30 de Octubre




Ciclovías despejadas - Publicado el 23 de Octubre 




Amor a distancia - Bottle - Publicado el 6 de Octubre


Bottle from Kirsten Lepore on Vimeo.


¿Cómo curar al monstruo? Krishnamurti - Publicado el 30 de Septiembre




Basura - Plástico - Publicado el 24 de Septiemnbre




Puntos de vista - "In The Fall" - Publicado el 19 de Septiembre




La simpleza y complejidad del agua - Publicado el 14 de Septiembre



Nuestros aparatitos: La historia de los electrónicos - Publicado el 29 de Agosto



Las ollas más lindas del pueblo - La Ollera - Publicado el 25 de Agosto

¡Feliz Año Nuevo!

Simplemente eso, los mejores deseos para este año donde se ha augurado tanto cambio. Ojalá todo sea para mejor.

¡Feliz 2012!