11 julio 2012

Mi nuevo blog: Las Palabras

Y tal como anuncié, hoy realizamos el lanzamiento de mi nuevo sitio web: Las Palabras




Y les dejo la primera publicación de ese nuevo lugar, como última de este antiguo.


Las Palabras
Pablo Neruda

Todo lo que usted quiera, si señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan… Me prosterno ante ellas… Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito… Amo tanto las palabras… Las inesperadas… Las que glotonamente se esperan, se escuchan, hasta que de pronto caen… Vocablos amados… Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío… Persigo algunas palabras… Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema… Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas… Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto… Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola… Todo está en la palabra… Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció… Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria, de tanto ser raíces… Son antiquísimas y recientísimas… Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada… Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos… Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo… Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas… Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra… Pero a los bárbaros se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes… el idioma. Salimos perdiendo… Salimos ganando… Se llevaron el oro y nos dejaron el oro… Se lo llevaron todo y nos dejaron todo… Nos dejaron las palabras.

Del libro: Confieso que he vivido: Memorias.

26 junio 2012

El fin: La muerte de un blog


Hace exactamente 6 años atrás inicié este blog, sin tener muy claro el porqué ni para qué. Una década antes había tenido una página web, que -entre otras cosas- tenía una selección de sitios y aplicaciones. Me había dado cuenta con los años que mi temprano acceso a Internet (1991) me había entregado una facilidad especial para encontrar “curiosidades” en la red, y esa es la noción que tenía: Quería compartir “Selecciones... lo mejor de nuestras redes”.

Durante estos seis años, siempre me escudé en la idea de publicar cosas ajenas, nada mio. De las más de 1300 publicaciones que encontrarán en este sitio, solo podrán hallar un par en las que hablo sobre mi, una tendencia que rompí al agregar la categoría “Me gusta” a mitad de camino, por allá en el año 2009.

Sin embargo, cualquiera que me conozca en persona, y que haya recorrido este blog, verá que todo lo que no hablo de mi es expresado por estas pequeñas publicaciones. Quizás las palabras que no dije expresen mucho más que las que intento escribir.

En 6 años en vida ha cambiado todo: Trabajo, hogar (varias veces), pareja, modo de vida, formas de entretenerme, alimentación, horarios, todo. Y hasta hace muy poco no me había dado cuenta de que hay algo que ha permanecido: Este blog.

Y siempre lo mantuve (a pesar de tener algunas pausas esporádicas) porque es algo que me gusta hacer. En el metí energía cuando tenía tanto trabajo que ni siquiera alcanzaba a dormir 4 horas diarias. En el trabajé cuando no tenía ningún empleo, incluso el tiempo que estuve aislado en la selva este blog seguía actualizándose, porque lo había dejado programado. Fue como una línea que mantenía mi conexión con el mundo.

Y sin quererlo este blog se transformó en semilla, en tierra fértil para nuevos proyectos: Y todas las cosas en que trabajo ahora, puros trabajos que me gustan, me entretienen -ya sean pagados o voluntarios- se han derivado directa o indirectamente de este blog.

El mundo ha cambiado. Yo he cambiado. Internet ha cambiado: Cuando comencé hace 6 años no existía Twitter, Facebook era una pequeña red restringida a un par de universidades, Steve Jobs todavía no lanzaba el Iphone y los teléfonos celulares más modernos se conectaban a Internet para ver unas páginas sin imágenes y lentísimas. No existían los tablets, youtube recién comenzaba a popularizarse y había que esperar varios minutos para comenzar a ver un vídeo que se cortaba en la mitad. Aun no existía el navegador Google Chrome, Internet Explorer dominaba monopólicamente el mercado. No existía Windows Vista ni Windows 7 y casi nadie tenia un monitor LCD. Todo ha cambiado, menos este blog que ha permanecido inmutable.

En agradecimiento a este blog, que ha sido semilla. He decidido matarlo.

Se lo merece.

Una muerte, pero una muerte para renacer.

Tengo un sitio nuevo, donde no solo hay palabras de otros. En 15 días más se los mostraré aquí mismo.

Mientras tanto, me despido de todos los fieles seguidores, a todos los que alguna vez me comentaron “estuve mirando tu blog el otro día”, a los seguidores anónimos, a las visitas ocasionales, a los pocos que alguna vez dejaron un comentario. A todos. Simplemente gracias.

“Selecciones... Lo mejor de nuestras redes” 
o “Selecciones... El blog de Pollo”
26 de Junio de 2006 - 26 de Junio de 2012.


Cristóbal Juffe.


The End by The Doors on Grooveshark

24 junio 2012

Envase

"Estamos en plena cultura del envase. 
El contrato de matrimonio importa más que el amor, 
el funeral más que el muerto,
la ropa más que el cuerpo
y la misa más que dios"

-- Eduardo Galeano

22 junio 2012

Pequeños Engaños

Todos los hacemos, con gestos, con palabras, con actos. Algunos engañamos a los demás (o tratamos), algunos nos engañamos a nosotros mismos (o tratamos).

Las últimas tiras de Liniers, de Juanelo y de Oleísmos que publicaré aquí.



 

Tomados, respectivamente:

20 junio 2012

Salud

"La salud consiste en tener las mismas enfermedades que tus vecinos" 
-- Quentin Crisp


Tomado de: El Show de Juanelo

18 junio 2012

El valor


El verdadero valor del anillo 

Un Cuento de Jorge Bucay

Un joven concurrió a un sabio en busca de ayuda.
- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar maestro? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más? 

El maestro, sin mirarlo, le dijo:
- ¡Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mis propios problemas!. Quizás después... Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar. 
- Eee... encantado, maestro -titubeó el joven, pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas-.
- Bien -asintió el maestro- Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho agregó: Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.

En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, así que rechazó la oferta.

Abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.

¡Cuánto hubiese deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro! Podría habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y su ayuda.

- Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir 2 ó 3 monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.
- ¡Qué importante lo que dijiste, joven amigo! -contestó sonriente el maestro- Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo. 

El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:
- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo
- ¡¿58 monedas?! -exclamó el joven-.
- Sí, -replicó el joyero- yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... Si la venta es urgente...

El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo- Tú eres como este anillo: una joya única y valiosa. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto.
¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor? 

Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.

16 junio 2012

Me Gusta: Super Mario Bros.



Desde hace más de 25 años, en diferentes etapas de mi vida (no constantemente) he manejado a este fontanero por extraños mundos para intentar salvar a su princesa.

Hace algunos meses atrás yo le decía a mi sobrino "no lo intentes, hace 20 años que ese pobre hombre anda entre los cerros verdes y las alcantarillas para salvar a esa princesa, y siempre se la vuelven a raptar".

Luego, hace un par de semanas, en una clase de una amiga, esta nos preguntaba ¿A qué jugaban cuando niños?. Y tuve que decir: Lo mismo que ahora, a Mario Bros. Ya que justo había instalado un emulador de nintendo Wii en mi computador, por lo que me encontraba jugando al Mario de la Wii.

(El emulador se llama Dolphin)

Y más o menos al mismo tiempo, Shigeru Miyamoto, creador de Mario Bros, ganó el premio Principe de Asturias por su trabajo.

¿Será por Mario que uno de mis mejores amigos es un fontanero?.

Y si quieren jugar en linea, aquí hay un clon: http://www.mariogame.info/