Pronto su mirada se fijó en una cajita de cristal que había debajo de la mesa; la abrió y encontró dentro una diminuta torta en la que se leía esta palabra: “Cómeme”, que estaba trazada en almíbar de grosella.
-Bien, me la comeré -se dijo Alicia- y si me hace crecer otra vez, podré coger la llave, y si me hace más pequeña todavía, pasaré por debajo de la puerta; así, de todas maneras, entraré en el jardín, y pase lo que Dios quiera.
Dio un mordisquito y se preguntó llena de ansiedad:
-¿Hacia dónde?, ¿hacia dónde?, y se llevaba la mano a la cabeza para comprobar si crecía o disminuía, pero le sorprendió mucho encontrarse con que continuaba de la misma manera. Esto es, en efecto, lo que pasa siempre que se come torta, pero Alicia se había acostumbrado de tal manera a no esperar más que cosas extraordinarias, que le pareció muy triste y estúpido seguir viviendo de una manera normal
Así es que tomó una decisión y en un momento se comió toda la torta.
Extracto de "Alicia en el país de las maravillas", de Lewis Carroll, pero lo puse aquí porque es la introducción del libro “Las mejores recetas con marihuana” de Elisabet Riera
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