Cuando hablamos de donación de órganos inmediatamente saltarán miles de personas diciendo,
¡es obvio que hay que donar!, y pues claro, a menos que tu religión o tus creencias no te lo permitan, parece una alternativa bastante clara y además es la oportunidad de generar algo "bueno" (vida para otra persona) desde algo "malo" (la muerte de un ser querido).
El gran problema, aquí en Chile, es la
estúpida legislación, que a pesar de que a nadie le advierte, perjudica directamente a las personas que donan (en realidad a sus familias).
Primero que nada, para que sepan los amigos de otras tierras, aquí en Chile la salud es carísima, y si bien desde la constitución existe la
garantía del acceso a la salud, en términos prácticos eso se aplica en que a nadie le prohíben la entrada a un hospital, pero eso es todo, nadie te va a negar el acceso a un hospital, a "entrar" literalmente en el hospital, lo que en ningún caso significa que vayan a atenderte o menos "curarte", pero ese ya es otro punto.
Volviendo a lo de la donación...
La persona se muere, y te preguntan ¿van a donar sus organos?:
Si la respuesta es
No, ahí se acaban los gastos hospitalarios, la persona se va a la funeraria y luego a la tumba, amén.
Si la respuesta es
Si, hay que mantener vivo al donante (quizás) o por lo menos conservar adecuadamente cada uno de los órganos, hay que hacer cada una de las cirugías especializadas para extraer cada uno de los órganos, y luego hay que trasladarlos, y todo eso es pagado por la familia del donante. Imagínense, varias cirugías y montones de especialistas, traslados en helicópteros o aviones, etc. Todo del bolsillo de los ya adoloridos (emocional y económicamente) familiares.
Por eso, aquí en Chile,
hay que pensarlo bastante bien antes de decir "Quiero donar mis órganos".Así que si alguien con algún poder, o alguien que crea en su poder ciudadano, lee esto por aquí,
¡ya es hora de que se cambien las leyes al respecto!, para que podamos realmente ayudar a quienes necesitan trasplantes de órganos.
